Estaba mirando por la ventana del balcón. El día era hermoso, con un sol radiante, el mar de un azul intenso y una suave brisa que amainaba el calor. Prendió un cigarrillo y le dieron ganas de salir de su casa.
¿Qué esperas? - Resonó una voz en su cabeza
La ignoró y siguió fumando
¿Qué esperas? - Dijo nuevamente su propia voz en su interior
Se perdió en un punto del horizonte y mil ideas vinieron a su mente, cosas que siempre dejaba pasar por miedo a ser rechazada, por miedo a que salieran mal... por miedo a lo que podrían decir los otros.
¿Si no es ahora... cuándo? La vida es hoy.
Una canción que le gustaba sonó en la radio y sonrió. Tomó las llaves, algo de dinero, los cigarrillos y salió dejando el celular apropósito en casa.
Fue el mejor día de su vida. Caminó tranquila, sin preocupaciones, observó a la gente, se rio, ayudó a unas mujeres, tomó un helado y volvió satisfecha a su hogar, para caer en un reconfortante sueño.
Si todos los días dejaramos los prejuicios en casa, los miedos y la frustraciones, que fácil sería la vida... ¿Qué esperas?
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