jueves, 29 de abril de 2010

Amicizia

¿Cómo dejamos a los amigos? ¿cómo hacemos para alejarlos de nuestras vidas al momento de darnos cuenta que no queremos hundirlos con nosotros? ¿podríamos seguir realmente adelante sin ellos?

Hace unos años jamás me habría desvivido por mis "amores" como lo hago hoy. Nunca he sido fiel a la gente, simplemente porque creo que los seres humanos, como raza, somos estúpidos. Aún lo pienso, pero algo cambió.

Cuando Uvod apareció en mi vida rompió los esquemas de lo que podría definir "amistad" e hizo que tuviese que replantearme absolutamente todo. Todo lo que había vivido durante años fue cuestionado por mi mente y con el paso del tiempo aprendí a defender a aquellos que luchaban por mi. Sus dolores pasaron a ser los míos y sus alegrías, la luz de mi día. Luego de un viaje y de darme cuenta de la agonía que sentía sin su presencia, volvió acompañado de Arija y Biser.

¡Ah! Arija... la primera vez que hizo honor al seudónimo que aquí le pongo fue como si hubiese llegado con una llave nueva para mi triste corazón. Internamente he sufrido por su culpa pues cada vez que lo oigo, Ganímedes pareciese que resquebrajara una capa de hielo para mostrar su interior, situación que me aterra. Luego descubriría que Arija también era de cierta forma como Ganímedes. Desde entonces me he propuesto estar a su lado para ver a mi amado Arija feliz. No importa las decisiones que tome... Nunca fue la sombra de una planta mas querida, amable ni suave.

Biser... mi querida Biser. Tan igual a mi y tan distinta. Es increíble como tanta inteligencia, gracia y elegancia pueden estar presentes en una sola persona. Sus palabras en lírica me ayudan a darme cuenta que no soy la única mujer que sufrió, sufre o sufrirá en este planeta. Su letra me muestra su corazón y sus esbozos, su mente. Sus consejos siempre útiles y objetivos, sus apoyos siempre necesarios. Ya nada sería lo mismo sin Biser.

Detrás de Uvod, en las sombras y lentamente se acercaban a mi Jano y Epimetej. No puedo concebir a estos astros separados. Por eso cuando Bios casi hace que uno de ellos se alejara de su órbita para siempre, sentí que Atlas soltaba el firmamento y lo dejaba caer sobre mi. Siempre que parece que ambos fuesen a chocar, bailan y bailan, evitando el impacto. Quizás un día alguno se vaya, quizás no. Jano y Epimetej poco a poco se convirtieron en parte fundamental de mi existencia, llegando a ser fuertes pilares de mi propio ser. Blanco y negro... cada uno a su manera me hace sentir especial, sacando lo mejor de mi alma.

Como si no fuese suficiente Uvod trajo a alguien más a mi vida... Sedna. Apareció de la nada y de la nada se construyó el amor que nos tenemos hoy en día. Sus penas y dolores arraigados actualmente en mi corazón me han ayudado a agradecer lo que tengo. Cada uno de sus vocablos escritos eran como una iluminación a mi mente, que en conjunto con todo lo que me entregaban los demás, hacía que mi vida estuviese completa. Físicamente no está conmigo ahora, pero Ganímedes nuevamente se trizó y le hizo un lugar.

¿Cómo dejamos a los amigos? ¿cómo hacemos para alejarlos de nuestras vidas al momento de darnos cuenta que no queremos hundirlos con nosotros? ¿podríamos seguir realmente adelante sin ellos?

Sí... podemos. Pero la desolación que nos embargaría sería tal, que estaríamos muertos en vida. Nunca me he preguntado si alguno de ellos estaría dispuesto a hundirse conmigo, simplemente porque no lo permitiría. Quiero y anhelo que realicen sus vidas, que sean felices, que tengan lo que merecen, para que al final de mi existencia pueda verlos desde el panteón y sentir que aunque sea una sola cosa en mi vida la hice exactamente como Dios nos pidió que la hiciéramos. Con y por amor.

martes, 27 de abril de 2010

Lunes otra vez

Pies descalzos
Pantalón viejo
Chaleco negro
Una madrugada silenciosa

"Yo también te busqué toda mi vida" digo al vacío

Te imagino
Cierro los ojos
Huelo tu perfume
Sonrío
La última lágrima

Sigo tu camino

Te encuentro
Me sonríes
Me tomas la mano

Caminamos juntos... lejos de la vida, tu conmigo, yo contigo.

Domingo

Tacos negros
Jeans ajustados
Chaqueta de cuero
Un día gris
Un día triste

Ya no me miras
Ya no sonríes
Ya no me besas

Frío

Te dejo una rosa
Te dejo una lágrima
Te dejo mi vida
Te dejo mi esperanza

Sigo mi camino
Ya sin ti

Sábado

Tacos negros
Jeans ajustados
Chaqueta de cuero
Una mañana tranquila

Me esperas como siempre
Te observo desde lejos
Tus ojos en los míos
Cruzas la calle
No miras

Un golpe
Gritos

No respiras
Yo tampoco

Lágrimas entremezcladas con tu sangre

Sigues tu camino
Donde no puedo ir contigo

Martes

Tacos negros
Jeans ajustados
Chaqueta de cuero
Una noche fría
Me esperas
Te acercas
Me saludas
Te sonrío
Sigo mi camino...

Me buscas
Me tomas del brazo
Me giras
Me besas
Me abrazas

"Te he buscado toda mi vida" Dices

Te miro
Te abrazo
Cierro los ojos
Huelo tu perfume
Te suelto
Sigo mi camino
Tú... conmigo

Lunes

Tacos negros
Jeans ajustados
Chaqueta de cuero
Un día nublado
Tus ojos se encuentran con los míos
Te ignoro
Te das vuelta a mirarme
Te veo de reojo
Te regalo una sonrisa
Sigues tu camino
Yo el mio

lunes, 26 de abril de 2010

Eyes...

Todo entra por los ojos.

No por nada el sentido de la visión es el más importante en el desarrollo de los seres humanos. La vista es la que nos permite percibir sensaciones luminosas y captar el tamaño, la forma, el color y la distancia de los objetos. Por supuesto que estas sensaciones llegan por medio de los ojos, que son al fin y al cabo los órganos que están encargados de esto. Dentro de ellos se encuentran unas células receptoras que "arman" las imágenes y las transmiten al cerebro.

La persistencia de la visión es la capacidad "teórica" de la retina del ojo de guardar la última imagen que le llega, consiguiendo de esta forma que la ya mencionada imagen sea percibida incluso cuando ya no está.

A más de alguien le habrá pasado que al mirar el rostro de quien ama, este se queda grabado en nuestra mente y al cerrar los ojos aún se mantiene ahí.

Nuestro cerebro usa parámetros establecidos por nuestro entorno o nuestra sociedad para poder determinar lo que se considera como hermoso o feo. A consecuencia de esto también es posible determinar el grado de éxito que una persona puede tener en una situación específica. Tanto en el amor como en el trabajo la apariencia física es fundamental para lograr lo que se desea.

Muchos individuos se dejan llevar por las apariencias y claro, en primera instancia quien no, pero ¿realmente puedes vivir con una obra de arte? ¿de qué servirá tener a un hombre o una mujer hermoso, si cuando intenta articular dos palabras estas no tienen coherencia entre sí?

Los años pasan e inevitablemente el cuerpo se desgasta. Como digo yo, es un envase retornable que al final de nuestros días tendremos que devolver a la tierra. La belleza es momentánea y muy frágil.

Cuando tengas 80 años y esa obra de arte se haya desgastado por el paso del tiempo ¿qué harás?

Si pudiésemos enamorarnos de nuestros cerebros la cosa sería distinta, pero no sentiríamos las cosquillas en el estómago cuando esa persona nos toca o nos mira.

Claramente, cuando conoces a una persona puedes ver en su interior y conocer no solo su mente, si no también su "corazón" ... (Sentimientos que para mí son creados por el mismo cerebro. Piénsenlo... al fin y al cabo somos lo que nuestra mente es. Si los trasplantes totales de cerebros existieran y necesitaran uno ¿quien serían cuando abrieran los ojos?, ¿seguirían siendo Juan o serían José en el cuerpo de Juan? creo que la respuesta es clara.)

¿Y el alma?... dentro de la mente para mí. Es la "chispa" que hace que todo comience. Como la descarga de electricidad para un robot.

Sea como sea, todo sigue entrando por los ojos. Si tenemos a alguien hermoso frente a nosotros y a otra persona que quizás no lo sea tanto, escogeremos al mas "guapo" en primera instancia. Follaremos con el (ella) y seguiremos conociéndolo... quizás resulte, quizás no. ¿Y al feo? ¿le dimos una oportunidad? pues no. Simplemente lo descartamos. Podría haber sido el gran amor de nuestras vidas, pero lo dejamos de lado, simplemente porque físicamente no cumple nuestras expectativas.

Aunque... de vez en cuando una sola mirada es capaz de calar en lo más hondo de nuestro ser y somos capaces de ver cosas que no se pueden observar con los ojos, sino con eso que llamamos alma. Unos segundos pueden cambiar nuestro mundo y nuestra percepción de él, llevándonos al cuestionamiento. Nos enamoramos y nos cegamos. Nuestro cerebro hace que olvidemos todo lo que alguna vez se nos enseñó sobre el amor y esa persona es perfecta para nosotros, incluso hermosa.

No vayan a pensar que estoy en contra de la belleza... de hecho me parece una tontería creer que la belleza no es más que una cosa superficial. Eso es suficientemente profundo. ¿Qué quieren, un pancreas adorable? Solo hago un comentario simple de la realidad, de nuestra realidad.

Ya asúmanlo de una buena vez y dense cuenta que todo siempre va a entrar primero por los ojos... (gracias a nuestro cerebro) pero que tampoco servirá del todo solo la belleza. Es un equilibrio muy difícil de encontrar, pero aquí es donde debemos analizar hacia que lado de la balanza nos arriesgaremos a inclinarnos.

viernes, 23 de abril de 2010

El Otro

"La historia de el otro" aparece en un libro de Paulo Coelho (A orillas del río piedra me senté y lloré). Leerla me hizo notar que es "Mi otra" la que gobierna mi vida y es probable y lamentablemente quien seguirá haciéndolo.

La comparto aquí. (Gracias Domy)

Un sujeto encuentra a un viejo amigo, que vive tratando de acertar en la vida, sin resultado. «Voy a tener que darle un poco de dinero», piensa. Sucede que, esa noche, descubre que su amigo es rico, y que ha venido a pagar todas las deudas que ha contraída en el correr de los años.

Van hasta un bar que solían frecuentar juntos, y él paga la bebida de todos. Cuando le preguntan la razón de tanto éxito, él responde que hasta unos días antes había estado viviendo el Otro.

— ¿Qué es el Otro? —preguntan.
— El Otro es aquel que me enseñaron a ser, pero que no soy yo. El Otro cree que la obligación del hombre es pasar la vida entera pensando en cómo reunir dinero para no morir de hambre al llegar a viejo. Tanto piensa, y tanto planifica, que sólo descubre que está vivo cuando sus días en la tierra están a punto de terminar. Pero entonces ya es demasiado tarde.
— Y tú ¿quién eres?
— Yo soy lo que es cualquiera de nosotros, si escucha su corazón. Una persona que se deslumbra ante el misterio de la vida, que está abierta a los milagros, que siente alegría y entusiasmo por lo que hace. Sólo que el Otro, temiendo desilusionarse, no me dejaba actuar.
— Pero existe el sufrimiento—dicen las personas del bar.
— Existen derrotas. Pero nadie está a salvo de ellas. Por eso, es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños que ser derrotado sin siquiera saber por qué se está luchando.
— ¿Sólo eso? —preguntan las personas del bar.
—Sí. Cuando descubrí eso, decidí ser lo que realmente siempre deseé. El Otro se quedó allí, en mi habitación, mirándome, pero no lo dejé entrar nunca más, aunque algunas veces intentó asustarme, alertándome de los riesgos de no pensar en el futuro.»Desde el momento en que expulsé al Otro de mi vida, la energía divina obró sus milagros.

(Espero lo leas y te des cuenta que quizás la decisión que tomaste es justamente la que debías tomar. Elegiste la vocación... No la olvides nunca. Haz lo que yo no puedo hacer y no permitas jamás que "el otro" gobierne tu vida)

When dreams...

¿Que pasa cuando abres los ojos una mañana y te das cuenta de que no eras quien siempre deseaste ser?
Cuando notas que planificaste toda tu existencia en torno a una verdad momentánea.
Cuando las razones de tu felicidad ya no son las mismas.
¿Qué pasa cuando te percatas de que lo único capaz de hacerte sentir pleno es... inalcanzable?

¿Qué nos queda?

La sonrisa irónica.
El camino libre bajo nuestros pies.
El aire soplando a nuestro favor.
Una maleta.
Un cigarrillo.
El amanecer a nuestras espaldas.

Y todo el resto de nuestras vidas por delante.

domingo, 18 de abril de 2010

Una noche

Y la miró. Encontró la paz que había buscado durante años solo en sus ojos. La abrazó con fuerza, pues no quería dejarla ir, no quería que esto acabara. Solo minutos eran los que tenía para disfrutar de su dulce olor.

Y luego... Frío.

Oscuridad.

Soledad.

Los ojos que hacía minutos rebosaban de amor por él habían perdido la luz que los llenaban. Sus brazos cayeron por un costado y un llanto amargo llenó el lugar. Besó sus labios con suavidad, llenándolos con sus lágrimas y miró al cielo. Odió a cada criatura viviente en este planeta y maldijo al que pudiera ser responsable. Luego lloró por todos los amantes que no pueden concretar sus ilusiones.

Y ahí se quedó.

No hubo quien pudiera separarlo de aquel inerte cuerpo. No importaba lo que le dijeran, no importaban las excusas, no importaba nada. Se aferró a ella con toda su fuerza, pues fue, es y será lo único que tendría en su vida.

La había buscado durante tanto tiempo y siempre la tuvo frente a sus ojos, pero jamás la vio, hasta hoy, esta noche... una noche.

Posó su cabeza sobre el pecho de la chica, cerró los ojos y allí, en una noche cualquiera de abril, en una calle cualquiera de la ciudad, se dejó morir.

lunes, 12 de abril de 2010

Zelen

La Princesa Zelen nació bañada por el amor de los reyes. Corría por los verdes jardines del castillo, siempre riendo y disfrutando de la dulce vida que tenía, hasta que la maldad del reino la alcanzó un día marcándola para siempre.

La familia real debió huir del castillo y del reinado completo, puesto que el pueblo se alzó injustamente sobre ellos. La pequeña Zelen ya cargaba con más dolor del que una niña debiese llevar. Pese a las penurias sus padres jamás permitieron que faltara lo indispensable.

Un día el rey enfermó. La angustia llenó nuevamente el corazón de la muchacha y todos los días salia a buscar dulces hierbas para su padre. Le contaba sus aventuras en el bosque, lo acunaba y cantaba para aliviar el cansado estado de el.

Una tarde... murió.

La Princesa Zelen ya no podía guardar mas congojas en su cansada alma y al ver a su madre desgarrada de dolor tomó una decisión. Volvería al reino a reclamar el trono que siempre fue suyo por derecho.

Así partió, con las pocas pertenencias que tenía, pero cargada de fuerza y convicción. En su camino por los pueblos aledaños conoció muchas personas que estaban al tanto de la traición que la familia real había sufrido. Escucharon sus relatos, cantaron con ella, le ofrecieron casa y comida y por sobre todo... la apoyaron. Zelen ya no estaba sola en su camino.

Cuando llegó al reino, se ocultó del actual rey Osuditi y vagó por los clubes bohemios de la ciudad, recopilando la información necesaria gracias a los nuevos contactos que sus amigos le habían dado. Suavemente comenzó la revuelta entre la gente del pueblo. Comenzó a crear la duda y la incertidumbre en las mentes y corazones de hombres, mujeres y niños, hasta que los rumores salieron de los bares y llegaron a las casas y calles de toda la ciudad, hasta que un día llegaron al castillo. El rey salió a defenderse, pero Zelen había hecho tan bien su trabajo que no hubo ni una sola criatura en el lugar que creyera las palabras de Osuditi. Fue despojado de su cargo y expulsado del país por traidor. Lo único que se supo de el, es que murió solo y miserable.

La princesa reveló su identidad y fue coronada. Con todo el poder que ahora tenía, mandó a buscar a su madre y la trajo al reino nuevamente.

Zelen cumplió con su objetivo, pero no era feliz... aún

Laz

No te darás cuenta.

Lo ocultaré a tus ojos.

Sonreiré al mundo y las grietas cerrarán lentamente. Algún día podrían volver a abrirse, pero no permitiré que veas en su interior.

Mi corazón está cicatrizando.

Cuál Ganímedes, solo verás su cobertura de hielo y los cráteres que han dejado (como tú) tantos otros.

Su interior, deseoso de ser descubierto, esperará a otro colono que merezca ser el único dueño de aquellos territorios. Lo que ocurra en lo más recóndito de su núcleo será desde ahora un secreto para ti y el universo entero.

Esta es la única verdad que conocerás.

lunes, 5 de abril de 2010

Zaborav (I)

Llevaba días caminando para llegar a la capital. Mirna estaba cansada, pero valía la pena con tal de ir a ver a sus amigos y familiares. Hacía años que no veía sus rostros, hacía años que no oía sus dulces voces. La vida se había encargado de separarlos poco a poco de ella y Mirna lo había permitido así. Hace unos meses se presentó la posibilidad de viajar y no dudó un instante en contactarse con ellos y realizar lo que en pocos días llegaría a su fin. Estaría rodeada de besos, abrazos y palabras de aliento.

Se adentró al bosque de los álamos, famoso en el país por su extensión y belleza, que podía ser contemplada desde la capital. Los enamorados solían ir a los cerros que se encontraban a las afueras de la ciudad y contemplar los atardeceres, mientras se susurraban palabras de amor al oído. Ese bosque (dicen las personas) es mágico, salido del edén.

El olor del rocío matutino y el crujir de las hojas de otoño colmó los sentidos de la chica. Quería llegar hoy, pero el cansancio la hacía avanzar lentamente. Disfrutó de todo a su alrededor y caminó llena de ilusiones y esperanzas.

Luego de unas horas llegó a un claro. Los haz de luz atravesaban las hojas e iluminaban el centro del lugar... y lo vio.

Un hombre semi-desnudo se encontraba tirado en el piso. Mirna se sacó la mochila, las ojotas y caminó sigilosamente hacia el, descubriendo a cada paso manchas de sangre alrededor del cuerpo y en su blanquecina piel. Paseó a su alrededor y vio unas alas cercenadas en su espalda. Las pocas plumas que ahí quedaban eran negras azuladas, estando en su mayoría quebradas.

La chica giró el cuerpo lentamente y lo puso de costado para poder ver el rostro de aquel ser. El cabello color ambar, largo y liso le cubría el rostro. Con dulzura le acomoda los cabellos, permitiendole ver así su delicada apariencia.

Se sorprendió. Nunca había visto un rostro tan hermoso.

Entre espasmos el chico abre los ojos, revelando el color negro azabache de ellos, el mismo color que sus alas o lo que quedaban de ellas. Jamás en la historia se habían visto unos ojos tan majestuosos y cargados de tanto dolor.

- Como te llamas? - Preguntó Mirna en un susurro.

- Haos... - Dijo con dificultad y perdió la conciencia nuevamente.