viernes, 30 de julio de 2010

Siempre puede haber un comienzo...

El chico observó el vacío. Estaba decidido

Miró a su alrrededor por última vez
Olfateó el aire húmedo y el bramido del rio llegó a sus oídos
La lluvia mojaba cada parte de sus ropas y piel
¿qué importaba ahora? No estaba dispuesto a vivir en un mundo donde ella no le quisiera.

Suspiró con resignación y miró hacia abajo y fué entonces cuando notó que un perro callejero se habia acostado a sus pies.

-Sal de ahí, perro estúpido - Dijo molesto

El perro se levantó cansinamente y se reacomodó, pero esta vez sobre los pies del muchacho. El chico, extrañado, se inclinó a mirarlo más de cerca, puesto que en esa parte del puente no existía iluminación suficiente. Se encontró con los ojos del perro (que era bastante feo en realidad) y se sumergió en la dolorosa mirada que este le devolvía, la dolorosa mirada de un ser abandonado a su suerte. Notó sus cicatrices y el pedazo que faltaba en su oreja derecha.

- Perdona perro, tengo que hacer esto.

El chicó miró por sobre la barandilla y trató de ditingir el agua, cuando ladeo su cabeza se dio cuenta de que el perro se habia levantado, sentado a su lado y sacado la cabeza por entre los espacios de la baranda, como imitando su gesto.

Se miraron.

El muchacho sonrió y el animal movió la cola.


...



Gabriel y Mani (Como bautizó el chico al perro por ser un "Mani"pulador) llevan tres años juntos. Salen todos los domingos al parque y me atrevería a decir que son felices. El perro encontró un amo y Gabriel... un ser que lo ama y al que puede amar.

Una vez al año van juntos a ese puente y se quedan toda la tarde contemplando el atardecer, recordando aquel día en que ambos se salvaron y donde se unirían hasta el momento en que solo Dios los separara.

domingo, 25 de julio de 2010

Vacía...

Tenía ganas de descargarme aquí... quería decirte lo mucho que me habías herido con tus palabras, aún cuando tú, (como siempre) no te percataras de eso.

Quería inventar una historia

O hablar en primera persona

Pretendía canalizar mi ira o... mi pena por aquí, pero nada se me viene a la mente

...

Nada...

Me siento... no, no siento nada... estoy como vacía en estos minutos.

Decepcionada

lunes, 19 de julio de 2010

Elevar

Siempre comienzo este tipo de entradas con un “¿Hasta que punto…bla bla bla somos capaces de… bla bla bla?” Situación que ya es casi un cliché por este blog. Sin embargo no puedo evitar preguntármelo, pero quizás esta vez sería más bien algo como:

¿Por qué tendemos a valorizar más de lo que corresponde a las personas?

Ese gusto que tenemos de idealizar a los amigos, a las parejas… de darle alas a los demonios, ese gusto de perder objetividad por quienes nos rodean hace que después nuestras caídas sean más dolorosas.

Cuando nos enamoramos solemos ver todo color de rosa y es cierto, tiene una base científica detrás, pero eso no debería interferir en el uso de nuestra maldita cabeza.

Las personas como yo solemos presentar conflictos entre nuestra mente y nuestro corazón (io y Ganímedes, como mis queridos lectores ya astutamente han inferido) básicamente porque el primero domina la mayoría del tiempo. ¿Pensar con el corazón? ¿Sentir con la mente? Cada oveja con su pareja, no mezclemos. Es imposible cortar un papel con una cuchara, para eso, la tijera. Dejemos los asuntos del corazón al corazón y los de la mente a la mente.

El problema es cuando no podemos separarlos y nuestros sentimientos interfieren en nuestros análisis o percepciones de las personas. Es así como sin darnos cuenta creemos que nuestro “amado” es físicamente el hombre más lindo del planeta, siendo que (muy probablemente) existan millones más guapos o atractivos que él. Nuestro corazón nubla el razonamiento y terminamos viendo cosas que no existen, cualidades falsas… ¿porqué? Por que queremos (entiéndase del verbo amar)

¿Qué tan malo es? He ahí el punto… Suelo pensar demasiado las cosas, suelo analizar cada paso o posibilidad, restringiendo así mis actuares, palabras o pensamientos, pero lamentablemente no pasa lo mismo con mi corazón. De ese si que no tengo ningún control y al muy maldito le ha dado por hacer lo que quiere, fijándose en quienes no debe, amando a quienes no corresponde y haciendo oídos sordos a quienes le hablan y por ende “ensalzando” con cualidades inexistentes a las personas. ¡Que no soy idiota!, por dios, pero que difícil es controlar este tipo de cosas ¿no?.

El mejor remedio: La frialdad, el silencio, la observación, el pensamiento, el análisis y el suspiro (si, no soy de piedra) todo esto por lo menos hasta que mi mente tome el control nuevamente de mi vida y encierre a mi corazón en la caja que corresponde.

Resultado final: El darse cuenta. Darse cuenta que no somos lo que parecemos, que no siempre nos querrán de la misma manera, que al fin y al cabo, somos humanos y como tales, somos imperfectos. Basta ya de soñar con serafines, que las vidas felices no existen, que el amor no es para siempre, ni correspondido y que no siempre podemos cumplir nuestras metas.

Llegó la hora de sacarse las vendas de los ojos y aceptar que los seres humanos somos como somos y punto.

La sombra

Sombra estaba tras ella, en silencio, como siempre.

Soledad tenía muchas cosas a su alrededor y enaltecía a cada uno de los que estaban junto a ella, pero a Sombra jamás lo veía.

Un día sintió una presencia, no estaba segura de que o quien era y preguntó a sus amigos, pero nadie fue capaz de ver algo.

Cuando Soledad hizo honor a su nombre, solo pudo llorar. Nunca había esperado mucho de aquellos que tanto amaba, pero en su corazón existía la esperanza de ser correspondida, cosa que no ocurrió. Sentada en una piedra, con la mirada perdida, comenzó a pensar lo mucho que había dado por ellos y lo poco que había recibido de vuelta. Se lamentaba una y otra vez, cuando oyó una voz:

- Siempre he estado aquí

Soledad se asustó y por primera vez lo vio… ahí estaba frente a ella, Sombra.

- ¿Eras tú a quien yo sentía?
- Sí
- ¿Porqué no te habías mostrado antes?
- Siempre he estado aquí… eras tú la que no me veía
- ¿Porqué puedo verte ahora?
- Porque me necesitas… cuando ya no lo hagas, volveré a ser lo que era para ti… una sombra

Soledad se acercó a Sombra, lo miró a los ojos y vio dolor

- No quiero que te vayas
- No lo haré… siempre he estado aquí, siempre lo estaré
- ¿Aún ahora que lo he perdido todo, aún ahora que ellos ya no me aman estarás aquí?
- Sí

Soledad meditó unos minutos

- Si algún día los recupero… no quiero que desaparezcas
- Eso dices ahora, pero sin darte cuenta desapareceré de tus ojos.
- Más no de mi corazón, Sombra. Quédate conmigo, visible para el resto de mi existencia. Yo te cuidaré
- No… no podrás hacerlo siempre
- Por favor. Cuando sientas que no lo hago dímelo, cuando creas que me equivoco dímelo, cuando notes que desapareces hazme verte. Ayúdame a mantenerte aquí.

Sombra lo pensó, no estaba seguro, pero se arriesgó de igual forma. Tomó la mano de Soledad y el se mostró en plenitud y ya nunca más fue una sombra y ella nunca más estuvo sola.

Lo siento...

Lo estoy perdiendo.
Las cosas han cambiado, sin darme cuenta
Te he herido sin pensar
Te he ignorado sin querer

Prometí cielos y rosas para ti
Hoy tengo las manos vacías

Te juro que no lo planee
Te juro que me duele
Te juro que te amo

Lo lamento, es solo que… es distinto. Los amores son distintos.

Lo arreglaré, así como algún día le prometí a el que lo arreglaría, haré lo mismo contigo.

Lo arreglaré. Te repararé, cueste lo que cueste.

viernes, 9 de julio de 2010

¿Dreams?

Abro los ojos, solo porque me lo has pedido

Escucho voces que me llaman, imágenes que me incitan. Mi corazón se ensancha ante la posibilidad y mi mente... mi mente se llena de opciones nuevas. La esperanza crece y la fe pareciese ser una posibilidad.

Miro al horizonte con el alma cargada de ilusiones y creo que sonrío.

... Paz... Silencio... Duda... mis sueños caen.

Lágrimas caen por mis mejillas y el corazón se empequeñece otra vez.

Entro a las tinieblas, a las sombras y ya no puedo ver nada. Me siento perdida en mi propia mente. Mi corazón lucha, pero sabe que es una batalla perdida.

Mi mente ha ganado otra vez y todo se derrumba.

Mis sueños, mis anhelos se quedarán a salvo en mi cabeza, donde puedo ser y hacer lo que quiera, donde puedo lograr lo imposible y transformarme en quien desee, sin riesgos, sin miedos, porque yo lo controlo... io es mio.

Miro al horizonte otra vez, pero mi mirada a cambiado. Una sonrisa maliciosa aparece en mi rostro.

Prendo la pipa y saco la anestesia para io... un libro, un libro donde mi corazón puede agónicamente existir. io se lo permite, Ganímedes no podrá hacer mucho más.

Es una tregua (por ahora)

Cierro los ojos y te ignoro... con el dolor de mi alma

lunes, 5 de julio de 2010

Crecer

En estos precisos instantes estoy en mi oficina, sentada con un café a mi lado con un sentimiento de... es... es como... no, creo que no lo sentía hacía mucho tiempo. Orgullo. Me siento orgullosa, pero no por mí, sino de ti.

Puedo decirte ahora y solo ahora lo entenderás...

Haz aprendido.

Desde que llegaste a mi vida me ha sido muy difícil entender la otra cara de la moneda... la otra realidad de la sociedad en la que estoy inserta. Crecí con mucho de lo que tu nunca tuviste y sin embargo haz aprendido mucho más de lo que yo pude.

Siempre hay otras cosas que las enseñan los años, mi querida Sedna. Como me he preocupado de recordarle a mi entorno... "No tengo 26 años por nada"

He aguantado todas tus rebeldías (algunos con pinta de capricho, pero ¿quien soy yo para juzgar eso?). He dicho que "bueno" a cada nueva idea loca o extraña y no solo las he aprobado, sino que también he sido en distintas ocasiones, secreta cómplice. También he sentido como mi corazón se apretaba de angustia cuando veía tu dolor.

Y siempre me quedé en silencio.

¿Porqué?

No porque no me importaras o no te quisiera. No es hasta que conocí a Uvod que comprendí lo importante que es la amistad. Antes de eso jamás hubiera necesitado un hombro para llorar o una mano para levantarme, situación que me enseñó que hay cosas que debemos hacer solos.

Esta era una de ellas.

No importaba cuantas veces te aconsejáramos, te dijieramos que te queríamos o que estabas mal, que debías poner los pies en la tierra o que eras importante para nosotros, para mi...

Según tú, no era suficiente, no querías verlo, porque algo más nublaba tu corazón y tu mente.

Hoy haz crecido
Haz aprendido sola
Haz valorado
Haz llorado
Haz reido

Y nosotros seguimos aquí, junto a ti, aunque no nos puedas ver, estamos ahí.

¿Porque?... Fácil mi querida princesa... por que somos familia, una gran familia de amigos.

Te amo mucho y te espero con ansias.

domingo, 4 de julio de 2010

Zaborav (VI)

La mañana estaba notoriamente mas calurosa de lo normal. Mirna despertó y no vio a Haos a su lado. Se asustó. Se levantó para salir a buscarlo, encontrándolo unos metros mas allá. No estaba solo.

Frente al muchacho se encontraba otro. Su hermoso rostro tenía una sonrisa. Su cabello corto y revuelto era negro, que a la luz del sol se veía azulado. Sus ojos azules, brillantes y extraños. Tras el, algo que no sorprendía a la chica... un par de alas negras.

- Spektar no creí que vendrías - Dijo lúgubremente Haos

- ¿Cómo podría no estar aquí, mi querido Haos? - Dijo el chico con una gran sonrisa - eres el único que ha salido para entrar a mis filas, que dicho sea de paso, no te quita importancia. De hecho ellos se lo pierden. Tienes muchísimo potencial.

El semblante de Haos cambió. Su rostro estaba embargado por la ira.

- Sé que crees que no me sirves, por bueno... emmm... la ausencia de "cierto" elemento especial - Dijo Spektar mientras comienza a caminar alrededor de Haos - Una mujer cruel tu madre, pero que belleza, ¿no? Fría y hermosa, como tú. Pero me pregunto - Se detuvo tras él - ¿Porqué sigues aquí? ¿Es por la humana?

Haos abrió los ojos de par en par

- No creas que no te he estado vigilando - Dijo mientras daba una gran risotada - La pobre chica me parece se ha enamorado de ti - Un falso puchero y una voz lastimera acompañaban sus palabras - ¡Oh destino cruel! fijarse justo en un ángel caído, en un ser al que solo le queda un camino para sentirse completo... unirse a mi.

Haos se giró con rapidez y su mano rodeo el cuello de Spektar. Lo miró intensamente, pero no le dijo nada. El ángel solo sonrió ante el hecho. Luego de unos minutos lo soltó.

- Sabes que no tienes salida...

Spektar se giró y decididamente, casi flotando, casi volando fue donde Mirna, sin quererlo, estaba "escondida" viendo y oyendo la conversación. La miró a los ojos y la pobre muchacha sintió que se perdía en la belleza angelical de aquel ser. Haos observaba desde lejos sin mover un músculo.

- Conozco seres mas hermosos que tú - Dijo el chico tomándole la cara con su mano y acariciándosela suavemente - Conozco seres que tienen mucho mas que ofrecerle que tú ¿Porqué te empeñas en amarlo? es inalcanzable para tí, aunque... - El ángel se acerco al oído de Mirna. El aroma a flores que expelía de su aliento era embriagador - Si lo convences, quizás puedo darte algo a cambio...

La chica se separó. Se alejó de el y lo miro sin expresión.

- Si vuelves, si te le acercas, si le haces daño, te mataré - Dijo con tranquila frialdad. Hizo una pequeña reverencia sin dejar de mirarlo y sonrió, yéndose del lugar con interna preocupación. El rostro de Spektar hizo una mueca de asco cuando ella se alejó. Sonrió falsamente otra vez y se dirigió a Haos.

- Sabes que además puedo devolverte tus alas... no lo olvides - Diciendo esto emprendió el vuelo, desapareciendo del lugar.

Haos se quedó solo, de pie en el bosque, completamente inmóvil y sin saber que hacer.


♫ Sayonara Solitia ♫

Porque te amo tanto termino herida y confundida,
acurrucando nuestros fríos rostros mejilla con mejilla, mi corazón nacía.
Siempre quiero verte cuanto antes.

Te amo tanto que me quedo sin palabras ¿qué puedo hacer para ver tu amabilidad?
dame un abrazo fuerte y profundo, confiaré en tu cálido abrazo
Adiós, solitario, hasta mañana

Porque soy tan pequeña, doy todo, pero no es suficiente.
Esta mano, que no puede esconder nada , quiero dártela.
Aún tenemos que ver el iluminado amanecer

¿Por qué fuí capaz de huir de alguien tan importante? .
Ocultando estos dedos que casi duelen, veo el sueño que desapareció en la tristeza
Adiós, solitario

Porque ya no estoy más sola, al despertar mañana, estaré contigo
Porque tengo alguien a quien amo tanto, estoy aquí a su lado, protegiéndolo
estoy tan contenta de que nacíeras en esta tierra que me conecta a ti

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Canción de Chrno Crusade

jueves, 1 de julio de 2010

Zaborav (V)

Mirna notó un cambio en Haos. Llevaban más de una semana juntos en ese bosque y el chico aún no daba señales de querer seguir su camino. Era extraño, puesto que ella ya le había enseñado todo lo que necesitaba para sobrevivir y él notoriamente estaba mejor de salud, pero no se iba y lo que era más notorio era que esa capa de frialdad se había resquebrajado lentamente. Haos se sorprendía como un niño ante todo lo que lo rodeaba, experimentaba por primera vez el miedo, la ira, la tristeza y la felicidad… sí Haos reía y cuando lo hacía su sonrisa pareciese que iluminaba todo el lugar, pero cuando llegaba la noche, el insistía en ir al acantilado.

Una noche ella lo acompañó.

No le pidió permiso, no dijo ni una sola palabra, simplemente cuando él se levanto Mirna lo hizo también. Caminó unos pasos más atrás para no estorbarlo en sus meditaciones. Llegaron cerca de la orilla y dándole la espalda, él comenzó a cantar:


En algún lugar, en alguna noche lejana, los ángeles comienzan a volar

El cielo negro es su camino y las estrellas los guían lentamente

Ellos vuelan sobre ti, ellos vuelan sobre mí

En el cielo se les puede ver, dándonos vientos de esperanza

Las estrellas en medianoche iluminan el vuelo de los ángeles

Una o dos, todas ellas serán el regalo que ellos te darán

En algún lugar, en alguna noche lejana, los ángeles comienzan a volar

Van llegando a su destino, los ángeles llegan a ver al rey


Cuando terminó se dio vuelta y vio como Mirna estaba sentada en el suelo con lágrimas en los ojos...


- ¿Qué es esto? – dijo tomando una de ellas del rostro de la chica

- Una lágrima

- ¿Y para que sirve una lágrima?

- No sirven de mucho, solo para expresar un sentimiento – Contesto la chica apagadamente – A veces los humanos botamos lágrimas por dolor físico o emocional, otras veces, porque es tanta la belleza de algo que nos maravilla hasta que hacemos esto. Esto es llorar.

- ¿Y porqué llorabas? ¿Te ha dolido lo que canté? Lo canté para ti. Me la enseñó mi madre cuando era muy pequeño.

- No me ha dolido Haos, es solo que… ha sido tan hermoso que me he emocionado.

- Ah… creo que entiendo. Lo siento – Dijo el chico notoriamente preocupado – No quise que lloraras. No me gusta ver tu rostro así.


La ayudó a levantarse y la abrazó


- Creo que… creo que tengo pena, pero no estoy seguro. No quiero verte llorar otra vez


Ella sonrió con su rostro escondido en el pecho de el. Esas palabras eran dulce miel para sus oídos.


- Tú me cantaste esa canción y yo te doy mis lágrimas a cambio, en señal de agradecimiento

- No. No me gusta eso – Dijo frunciendo el ceño – verte llorar me da tristeza


Ella volvió a sonreír


- Tengo… algo adentro – Dijo soltándose del abrazo y tocándose el estómago

- Debe ser hambre – Contestó Mirna con una sonrisa


Volvieron al campamento. Mirna no sabía que esta sería quizás la primera y la última noche feliz junto a él.